jueves, 28 de julio de 2011

PADRE, QUE TODOS SEAN UNO (1Jn 4, 7-16)


LECTURA

Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Juan.  (1Jn 4, 7-16)
Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos vida por medio de él. Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. Queridos hermanos, si Dios nos amó tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto nunca a Dios: si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y el amor de Dios ha llegado a su plenitud en nosotros. La señal de que permanecemos en él y él permanece en nosotros es que nos ha comunicado su Espíritu. Y nosotros hemos visto y atestiguamos que el Padre envió al Hijo como Salvador del mundo. El que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios, y Dios permanece en él. Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios permanece en él.

Palabra de Dios.

Comentario
Este mensaje de la carta sobre el amor de Dios y el amor entre nosotros, lo vemos patente en Jesús y en la forma en que él se relacionaba con aquellos que amaba.

Hay un enlace de interés nuevo: "LECTURAS DE MISA (diarias) " (margen inferior derecha del blog)

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