Una de las principales premisas del curso "La alegría de creer" es invocar al Espíritu Santo para que venga a nosotros y nos habite en todo lo que hagamos. Pues todo se hará en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Una forma de invocarlo es por la oración pues estamos unidos a Dios y lo escucha todo. Hemos de pedir que venga el Espíritu Santo para todos, conocidos y no conocidos y para nosotros mismos. Dejarnos guiar por Él, fuente de alegría serena y paz plena.
La mejor forma de invocarlo es decirle de corazón: "Ven Espíritu de Dios y habita mi alma" para ser buenos y sentirse de Dios todos los días. Estar llenos de Dios es tenerlo todo. Dios nos da fortaleza y esperanza. Dios nos ayuda en el camino, nos habla. Si invocamos que venga, hágase su voluntad y que sea la nuestra.
La conclusión final es que cada uno puede llamarle con sus propias palabras. Y un ejemplo de cómo hacerlo sería diciendo como nuestro mayor deseo: "VEN ESPÍRITU DE DIOS Y HABITA MI ALMA, HÁGASE TU VOLUNTAD Y LLÉNANOS DE PAZ, ALEGRÍA Y SERENIDAD A TODA LA HUMANIDAD".
(Curso: "La alegría de creer")
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