Ella nos invita a ello: confiar en Aquel que nos acompaña siempre. Tener
confianza y ser humildes no está de moda, pero ciertamente es el único
camino para llegar a Dios. Lo afirma expresamente santa Teresa: «He
visto claramente que, si queremos que la majestad soberana nos revele
grandes secretos, hemos de entrar por esta puerta [la contemplación de
Jesús]. No quiera nadie ningún otro camino (...). Este camino se ha de
recorrer con libertad, abandonándonos en las manos de Dios».
Preguntémonos, hoy especialmente, cómo es nuestra vida: ¿guardamos silencio para dejar hablar a Dios? ¿Rezamos abandonándonos en sus manos? Pero confiar y ser humildes son dos términos que hemos de aprenderlos dentro de la Iglesia, ¡nuestra Madre!: ¿confiamos humildemente en ella y la amamos?
Preguntémonos, hoy especialmente, cómo es nuestra vida: ¿guardamos silencio para dejar hablar a Dios? ¿Rezamos abandonándonos en sus manos? Pero confiar y ser humildes son dos términos que hemos de aprenderlos dentro de la Iglesia, ¡nuestra Madre!: ¿confiamos humildemente en ella y la amamos?
(Fuente: "evangeli.net")
No hay comentarios:
Publicar un comentario