3, 2, 1... Año Nuevo 2014...
Os cuento un relato resumido para pensar en buenos propósitos para el año nuevo:
"Sucede que había una vez una persona
llamada "Vela", que cansada de las tinieblas que rodeaban su existencia,
se quiso abrir a la luz. No se conformaba con estar apagada y su ansia
era recibir la luz. Hasta que un día, "la Luz verdadera que alumbra a
todo hombre", llegó y la iluminó. La encendió.
"Vela" se sintió feliz por haber
recibido la luz que vence las tinieblas. Ahora todo adquiría sentido y
color. Pronto se dio cuenta, de que tener esa luz, además de ser una
alegría, era una fuerte exigencia, pues no todos tenían esa luz...
Tomó conciencia de que para que la luz
perdurara en ella, tenía que alimentarla desde su interior, a través de
un diario derretirse, de un permanente consumirse… Entonces se alegró
más y aceptó con más fuerza su vocación. A veces pensaba que hubiera
sido más cómodo no haber recibido la luz, pues en lugar de derretirse,
su vida hubiera sido más tranquila, estando ahí nada más. Le vino la
tentación de no alimentar su llama, pero la venció, pues pensó que valía
la pena tener esa vida llena de luz, y no, en cambio, una existencia de
tinieblas y oscuridad.
Pero también vio que hay muchas
corrientes de aire en el mundo que trataban de apagar su luz y
comprendió que además de alimentar su luz tendría que defenderla
firmemente contra las corrientes del mundo. No podía permitirse
descuidos o exponerse inútilmente a vientos contrarios que la dejaran
sin su luz.
Su luz le permitía ver a su alrededor, y
se dio cuenta de que hay muchas velas apagadas, unas porque nunca
tuvieron la oportunidad de recibir la luz, otras por miedo a derretirse,
otras porque no pudieron o no quisieron defenderse de las corrientes
del mundo…
Y se preguntó: ¿Podré yo encender otras
velas? Entonces descubrió su vocación a transmitir esa luz que tenía.
Podía dar esa luz sin quedarse a oscuras. No solo permanecía iluminada,
sino que al compartirla, se iluminaba más el espacio, y mientras más la
compartía a otras velas apagadas, más luz había."
José Martínez Colín
Esta reflexión me ha gustado ya que , sí es verdad , no todo el mundo tiene esa luz y los que si la tienen son afortunados de llevarla consigo.
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