Más de 600 personas asistieron el viernes a la representación del
Belén viviente de la Delegación de Enseñanza en la Concatedral de Santa
María. Este año San Francisco de Asís, quien comenzó esta tradición fue
el hilo conductor de la representación. La Delegación de Enseñanza trató
de explicar con esta representación que Dios nace cada día también en
la Eucaristía.
Este
año se ha representado el Belén de San Francisco de Asís.
La
historia de San Francisco es la historia de la respuesta fiel y generosa de quien se
siente irresistiblemente atraído por Jesús. Es la historia de un hombre
para los demás, que fue un hombre para Dios y de Dios. Francisco es
testimonio elocuente y grandioso de que Dios existe, de
que Dios es Amor, de que no podemos vivir sin este Amor, sin este Dios.
Una foto de parte del grupo de Oropesa que acudimos al Belén Viviente de Castellón. Un año más, agradecimiento especial al Ayuntamiento de Oropesa por la concesión de autobús (que se llenó) y a Javier Soliva, maestro de Religión, que organizó la actividad conjunta de los dos colegios e instituto, y además cantaron sus alumnos un villancico precioso. De nuestro centro, fuimos 17 en autobús (todos los que se apuntaron) y otros de número indeterminado en coche por su cuenta. Una magnífica velada navideña.
El Belén Viviente fue muy llamativo por la forma original de contar la historia y de la actuación de los protagonistas. Un momento muy especial fue la bendición del Sr. Obispo al Niño Jesús que cada asistente (el que suele poner en el Belén de su casa
o uno dibujado por ellos) traía consigo para la ocasión y al que todos los niños y adultos nos hacía mucha ilusión. Y tras el beso al Niño Jesús del Belén Viviente, nos dieron una preciosa tarjeta de oración de bendición de Navidad para leer y conmemorar ese gran día.
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