Para
los creyentes, la esperanza a la que nos llama Jesús,
nos permite mirar al Cielo.
Iniciamos el mes
de noviembre con dos grandes Celebraciones cristianas:
- El día 1º
de noviembre, la Fiesta de Todos los Santos.
Los santos son nuestros intercesores ante Dios y nos motivan para
asumir también nosotros el anhelo de santidad, de modo que participemos
un día en esta gloria de Dios, que ha de ser la meta máxima
de nuestra vida.
- El día 2º de
noviembre, la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos.
Nos uniremos en oración por Todos los
Fieles Difuntos, familiares, amigos y difuntos del mundo entero; acudimos
a la misericordia divina pidiendo que ellos se hayan unido a Cristo, pidiendo que ellos sean felices en el Cielo. Al celebrar a Todos
los Fieles Difuntos, también ofrecemos a Dios nuestra vida, para realizarla según Dios, sabiendo que al final de nuestra vida se nos juzgará
sobre el amor.
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