martes, 11 de marzo de 2014

Cómo vivo la Cuaresma con mis hijos



En estos días de Cuaresma vamos a empeñarnos en mejorar cómo personas. Para ello, no nos quedemos solamente en los signos externos. Enseñemos a nuestros hijos el verdadero sentido de nuestras creencias
Nuestros hijos necesitan dar sentido a lo que aprenden. No sirve de nada saber muchas cosas sin ponerlas en práctica.
Qué hubiera sido de los grandes inventores si sus investigaciones no hubiesen sido aplicadas.

"Tú eres el arco  del cuál tus hijos como flechas vivas son lanzados" dice un precioso poema de Khalil Gibran. Seamos arcos flexibles, pero al mismo tiempo resistentes, lancemos con fuerza pero a un buen objetivo. Hacia un blanco perfecto pero si no dan en el centro les animaremos a que continúen practicando. 
Podemos vivir la Cuaresma así.
Si acostumbramos  a nuestros hijos a renunciar a pequeños caprichos,  les prepara y les hace fuertes. Todo ello con alegría, con naturalidad.
Creo que vivir nuestras creencias aplicándolas a la vida cotidiana es la mejor manera de hacer de nuestros hijos unos cristianos auténticos y buenas personas. En el fondo es nuestra prioridad.
Felices aquellos que tienen a DIOS en sus vidas.

-Mª Luisa-

1 comentario:

  1. Me encanta tu reflexión tan bien hecha. Yo tengo dos hijos y otro en camino y sé que Dios está en todo momento al lado y que los hijos necesitan de los padres que sus obras marcan su forma de ser.
    La frase de la flecha es preciosa y resumiría bien tu reflexión. La CUARESMA es un buen tiempo para cambiar a mejor. Fantástica reflexión. Ana.

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