domingo, 23 de marzo de 2014

El fin último de las recetas de cocina y los trabajos manuales

Tarta al microondas
Ingredientes

3 huevos

50 g de chocolate en polvo 

50 g de azucar

50 g de harina

1 sobre  levadura en polvo

75 gramos de mantequilla

Un yogur de limón

2 panecillos  de perritos calientes

Pastillas de chocolate de colores.

Leche condensada en dispensador

1 regaliz rojo



Se baten los huevos con la mantequilla y el azúcar hasta que aumenten su volumen. A continuación se añade el harina y la levadura y el yogur, se vuelve a batir durante tres minutos para que se esponje.  Se añade el chocolate en polvo y se vuelve a batir.

Se mete en el microondas sin tapar cinco minutos a temperatura máxima, previamente se ha untado el recipiente semicircular con aceite de girasol o mantequilla.


Se deja cinco minutos dentro del microondas y se saca. Se desmolda cuando esté frío.

Se cortan cinco puntas de los panecillos para figurar la cabeza y las patas de la tortuga.

Se insertan dos Lacasitos verdes como los ojos de la cabeza de la tortuga. Las patas a cada lado del cuerpo, y este se decora con leche condensada simulando el caparazón con varias pastillas de colores. Se pone el regaliz como si fuese la lengua.



Y a comer que está buenísima y se hace rápido.
 



Pensaréis ¿qué hace una receta de cocina en un blog de Religión? Aparentemente nada, pero si pensamos que a nuestros hijos les gusta hacer con nosotros, sus padres, algo lúdico, mientras aprovechamos para hablar con ellos de las cosas que les preocupan o les ilusiona. ¿No será mejor educarles en valores mientras horneamos una tarta?

No es necesario sentarles en el salón, con todas las luces encendidas y música clásica sonando en el equipo. No invita a confraternizar con ellos ese ambiente fuera de su entorno. Pienso que es mejor un aire desenfadado en la cocina mientras batimos los huevos y hacemos una tortuga  llena de pastillas de chocolate. Les enseñaremos a no frustrarse porque la masa no suba, a batir los huevos con paciencia para que se esponjen y a ser meticulosos con las medidas del harina. A acabar el pastel y no cansarse a la mitad. ¡Cuantos pasteles van a tener que terminar en la vida!


No hay receta común para todos los niños, unos necesitarán hablar de timidez, otros de miedo, pero las madres sí sabemos los ingredientes de nuestra conversación con ellos. Por eso yo os doy las ideas de cocina y los trabajos manuales que puedan ser atractivos. 

Vosotros ponéis la conversación que necesiten vuestros hijos. ¿No os parece lícito disfrazar de algo agradable para el fin último que nos proponemos los padres, es decir educarles.? Personalmente creo que sí.

2 comentarios:

  1. Me encanta estas ideas. Las haré con hijos. Inés.

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  2. Esta tarta está deliciosa. Gracias por la receta.

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